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viernes, 30 de noviembre de 2012

Sri Aurobindo


Síntesis del Yoga
Toda la vida es Yoga (unión, amor, crecimiento), consciente o subconscientemente.

Según el criterio correcto de la vida y del Yoga, toda la vida es Yoga consciente o subconscientemente. Pues con este término significamos un esfuerzo metodizado en pos de la autoperfección mediante la expresión de las potencialidades latentes en el ser y una unión del individuo humano con la Existencia Universal  y trascendente que vemos parcialmente expresada en el Hombre y en el Cosmos. Pero toda la vida, cuando observamos detrás de sus  apariencias, es un vasto Yoga de la Naturaleza que intenta realizar su perfección en una expresión siempre creciente de sus posibilidades y unirse con su propia realidad divina. En el hombre, su pensador, ella por primera vez en esta Tierra inventa medios autoconscientes y voluntarios ordenamientos de la actividad por los que esta finalidad puede lograrse más rápida y pujantemente.
El Yoga, como  ha dicho Swami Vivekananda, puede considerarse como un medio de condensar la propia evolución en una sola vida o en pocos años o incluso en pocos meses de existencia corporal. Entonces un sistema dado de yoga pude ser nada más que una selección o condensación en formas más estrechas o mas enérgicas en intensidad, de los métodos generales que ya se usan flojamente, en gran medida, en un movimiento indolente, con un mas profuso desperdicio aparente de material y de energía pero con una más completa combinación por parte de la gran Madre en su vasta labor ascendente. Se ha creado una aguda incompatibilidad entre la vida en el mundo y el crecimiento y perfección espirituales, y aunque subsiste la tradición e ideal de una victoriosa armonía entre la  atracción interior y la demanda externa, aquellos se ejemplifican poco.
De hecho, cuando un hombre concentra su visión y energía en lo interior y penetra en el sendero del Yoga, se supone que ha de perderse en cuanto a la gran corriente de nuestra existencia colectiva y al esfuerzo de la humanidad. La idea prevaleció tan vigorosamente, fue tan enfatizada por filosofías y religiones prevalecientes, que escapar de la vida en la actualidad se considera, por lo común, no solo condición necesaria sino también objeto general del Yoga. No puede se satisfactoria la síntesis del Yoga que, en su objetivo, no reúna a Dios y la Naturaleza en una vida humana liberada y perfeccionada o, que en su método, no solo permita sino que también favorezca la armonía de nuestras actividades y experiencias internas y externas en la divina consumación de ambas.

Eludir la vida que se le da para la realización de aquella posibilidad, jamás puede ser la condición indispensable ni el objeto total y último de su esfuerzo supremo o de su más poderoso medio de autorrealización.
El objeto y utilidad verdaderos y plenos del Yoga solo pueden cumplirse cuando el Yoga consciente en el hombre, como el Yoga subconsciente en la Naturaleza, se torna limítrofe a la vida misma y podemos, una vez más observando el sendero y el logro, decir en un sentido más perfecto y luminoso: “toda la vida es Yoga”.

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